miércoles, 25 de noviembre de 2015

El Lado Oscuro Del Universo Texto Académico










El Lado Oscuro Del Universo


Jorge Humberto Armenta Fragoso
Evaluando mi texto académico eje 4 actividad 3
UnADM
Jueves 25 de noviembre del 2015






Jueves, 25 de noviembre de 2015

El Lado Oscuro Del Universo
Sergio de Régules

     Cuántas veces volteas a ver el cielo y te preguntas ¿qué distancia habrá de aquí hasta aquella estrella que se pierde en el cielo? O ¿qué tan grande será el universo? O si el universo se expande y ¿a qué velocidad lo hace? ¿Cómo los astrónomos y científicos calculan dichas distancias?, es fascinante y muy interesante saber qué es lo que pasa fuera de nuestro planeta tierra, que hay mas allá de todo lo que conocemos, de todo lo que vemos cotidianamente, sabemos que el mundo gira sobre su propio eje y que hay una fuerza que mantiene todo en su lugar para que no esté flotando por ahí, pero… en el universo ¿todo es oscuridad? ¿ésa oscuridad se mide de alguna manera?, ¿hay alguien que lo estudia?. Bueno deja te explico un poco, ven acompáñame en esta lectura:
     La luz de unas estrellas que explotaron hace miles de millones de años reveló recientemente que 75% del Universo está hecho de una forma de energía nunca antes detectada, que produce repulsión gravitacional y acelera la expansión del Universo y debido a que ocupa uniformemente el espacio interestelar. Los dos modelos principales son la quintaesencia y la constante cosmológica. La naturaleza exacta de la energía oscura es materia de debate. Se sabe que es muy homogénea, no muy densa, pero no se conoce su interacción con ninguna de las fuerzas fundamentales más que con la gravedad. Como no es muy densa, unos 10−29 g/cm³, es difícil realizar experimentos para detectarla. La energía oscura tiene una gran influencia en el Universo.
     Cuando no podemos acercarnos a un objeto luminoso, es posible obtener mucha información analizando su luz. La suposición más sencilla es ésta: si brilla mucho, está cerca; si brilla poco, está lejos. Pero la cosa no es tan simple: ¿qué tal si está lejos, pero su brillo altísimo? La luminosidad aparente de semejante objeto podría ser mayor que la de otro que está más cerca pero es más tenue, y concluiríamos erróneamente que el primero es el más cercano. 
     Los astrónomos pueden medir luminosidades con toda precisión y saben exactamente cuánto se atenúa la luz con la distancia (un mismo objeto al doble de la distancia se ve cuatro veces más tenue; al triple, nueve veces más tenue y al cuádruple, 16…). Lo único que necesitan para saber a qué distancia se encuentra una galaxia es localizar en ella algún objeto cuya luminosidad intrínseca se conozca: un objeto que sirva como patrón de luminosidad.
     Resulta que la luz de una galaxia también puede decirnos a qué velocidad se acerca o se aleja de nosotros. La luz de una galaxia se ve más roja cuando ésta se aleja y más azul cuando se acerca. El grado de enrojecimiento de la luz de una galaxia debido a la velocidad con que se aleja se llama corrimiento al rojo, y se puede medir con precisión. Los astrónomos de principios del siglo XX esperaban encontrar la misma proporción de nebulosas espirales con corrimiento al rojo (que se alejan) que con corrimiento al azul (que se acercan). En vez de eso descubrieron que todas (menos las más cercanas) presentan corrimiento al rojo. Es decir, todas las galaxias se están alejando entre sí.
     Hoy en día, las supernovas 1a son el patrón más usado para determinar distancias a galaxias muy lejanas. Los dos equipos de cosmología con supernovas comparan la distancia de las supernovas 1a que descubren con el corrimiento al rojo de sus galaxias para estudiar el pasado de la expansión del Universo.
     En astronomía, mirar lejos es mirar al pasado. La luz, viajando a 300 mil kilómetros por segundo, tarda cierto tiempo en llegar a la Tierra desde sus fuentes: ocho minutos desde el Sol, unas horas desde Plutón, unos años desde las estrellas más cercanas, 30 mil años desde el centro de nuestra galaxia y muchos miles de millones de años desde las galaxias más lejanas. La luz de Albinoni y su galaxia, por ejemplo, llegó al espejo del telescopio Keck II 10 mil millones de años después de producirse la explosión.
     El corrimiento al rojo de las galaxias lejanas se debe a que la expansión del Universo “estira” (es un decir) su luz. Comparándolo con la distancia a la que se encuentra la galaxia se obtiene información acerca del ritmo de expansión del Universo en épocas remotas.
     Para 1998, los equipos de Schmidt y Perlmutter habían estudiado unas 40 supernovas que explotaron entre 4 000 y 7 000 millones de años atrás. Estos datos les bastaron para convencerse de que algo andaba mal con la cosmología del Big Bang. Las supernovas se veían 25% más tenues de lo que correspondía a su corrimiento al rojo si la expansión del Universo se va frenando. Luego de descartar posibles fuentes de error (como intromisiones de polvo intergaláctico) y de verificar que ambos equipos obtenían los mismos resultados, luego por espacio de varios meses buscando explicaciones, los investigadores anunciaron públicamente una conclusión nada: la expansión del Universo, lejos de frenarse como casi todo el mundo suponía, se está acelerando.
     La cosa tiene implicaciones, por ejemplo, en la edad del Universo. Ésta se calculaba suponiendo que la gravedad frenaba la expansión. Si en vez de frenarse, se acelera, el cálculo cambia y el Universo resulta más antiguo.
     Pero la implicación más tremenda del Universo acelerado tiene que ver con el asunto de la gravedad. Ésta es una fuerza de atracción y, en efecto, tiende a frenar la expansión del Universo. 
     El efecto de aceleración del Universo nos pone ante un problema, el efecto de aceleración cósmica requiere energía en cantidades… ejem… cósmicas, de modo que hay más energía en el Universo de la que habíamos visto hasta hoy. Aunque no sepamos qué es, esta nueva energía oscura (como la han llamado los cosmólogos, pero no porque sea maligna, sino porque no se ve) añadida a los recuentos anteriores de materia y energía, completa la cantidad necesaria para que el Universo sea de geometría plana.
     El Universo seguirá expandiéndose para siempre hasta que desde la Tierra no veamos ya otras galaxias por haber aumentado tanto las distancias que su luz ya no nos alcance.
     El año pasado algunos cosmólogos propusieron una variante de la teoría de la energía oscura que consiste en tomar en cuenta ciertos valores, antes desdeñados, de un parámetro que la describe. Para distinguirla de la quintaesencia los científicos llamaron “energía fantasma” a la energía oscura de este tipo, estos nombres son sólo nombres, que no llevan significado oculto ni ocultista. A los científicos les gustan los nombres llamativos, como a cualquiera.
     La NASA ha anunciado oficialmente su participación en la misión Euclides de la ESA, un telescopio espacial diseñado para investigar la misteriosa naturaleza de la materia y la energía oscura. 
     Los dos instrumentos científicos de este telescopio espacial de 1.2 metros de diámetro, que será puesto en órbita en el año 2020, cartografiarán la forma, el brillo y la distribución tridimensional de dos mil millones de galaxias, cubriendo más de un tercio del firmamento y remontándose hasta el primer cuarto de la historia del Universo. 
     Los científicos esperan encontrar respuestas a una cuestión clave para comprender la evolución y el destino del Universo: el papel que juegan la ‘materia oscura’ y la ‘energía oscura’. 
     La materia oscura es invisible, pero su atracción gravitatoria está frenando la expansión del Universo. La energía oscura, sin embargo, parece estar acelerándola. 
     Se piensa que estos dos oscuros componentes constituyen más del 95% de la masa y de la energía total del Universo, mientras que la masa y la energía ‘convencionales’ tan sólo aportarían el pequeño porcentaje restante. Pero qué son en realidad continúa siendo todo un misterio.

     La NASA ha firmado un Memorando de Entendimiento con la ESA en el que se describe su participación en la misión. La agencia estadounidense aportará 20 detectores para el instrumento en la banda del infrarrojo cercano, que operará en paralelo con una cámara en la banda de la luz visible. Los instrumentos, el telescopio y el satélite se construirán y operarán desde Europa. 
     La NASA también ha nominado a 40 científicos estadounidenses para formar parte del Consorcio Euclides, que desarrollará los instrumentos y analizará los datos que genere la misión. Actualmente este consorcio engloba a más de 1000 científicos de 13 países europeos y de los Estados Unidos. 
     “La misión Euclides de la ESA está diseñada para responder a una de las cuestiones fundamentales de la cosmología moderna, y apreciamos que la NASA colabore en este proyecto, el más reciente de una larga historia de colaboración entre nuestras dos agencias en materia de ciencia espacial”, comenta Álvaro Giménez Cañete, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA. 
     “La NASA está muy orgullosa de poder contribuir a la misión de la ESA para comprender lo que quizás sea el mayor misterio científico de nuestros tiempos”, declara John Grunsfeld, administrador asociado del Directorado de Misiones Científicas de la NASA. 
     Euclides ha sido diseñada para encontrar respuestas a una de las cuestiones más importantes de la cosmología moderna: ¿por qué la expansión del Universo continúa acelerándose, en lugar de frenarse bajo la atracción gravitatoria de toda la materia que contiene? 
     El descubrimiento de esta aceleración cósmica en 1998 fue reconocido con el Premio Nobel de Física en el año 2011, aunque todavía se desconoce qué la produce. 
     El término ‘energía oscura’ se utiliza con frecuencia para designar a la misteriosa fuerza que produce esta aceleración. Gracias a Euclides, los astrónomos podrán estudiar sus efectos sobre galaxias y cúmulos de galaxias a lo largo y ancho del Universo, lo que les permitirá comprender mejor sus efectos y su verdadera naturaleza. 
     “La firma oficial del Memorando es un paso positivo para la misión Euclides; ya estamos deseando recibir a nuestros compañeros estadounidenses en el equipo”, comenta René Laureijs, científico del proyecto Euclides para la ESA.

     Podemos concluir que, si la energía oscura resulta ser de tipo energía fantasma, el final del Universo será muy distinto a lo que nos habíamos imaginado. Según el físico Robert Caldwell y sus colaboradores, llegará un día, dentro de unos 22 mil millones de años, en que la aceleración de la expansión del Universo empezará a notarse a escalas cada vez más pequeñas para producir un final que se llama Big Rip (el “Gran Desgarrón”). Mil millones de años antes del Big Rip, la energía fantasma superará a la atracción gravitacional que une a unas galaxias con otras y se desmembrarán los cúmulos de galaxias. Sesenta millones de años antes del fin, se desgarran las galaxias. Tres meses antes del Big Rip, el efecto alcanza la escala de los sistemas planetarios: los planetas se desprenden de sus estrellas. Faltando 30 minutos para el postrer momento, los planetas se desintegran. En la última fracción de segundo del Universo los átomos se desgarran. Luego, nada. Por suerte, para entonces hace mucho que la Tierra habrá dejado de existir.
     Lo anterior nos hace reflexionar en lo pequeño que somos en el universo, y si, es como los especialistas lo mencionan, no tenemos mucha opción de crecimiento o desarrollo en este universo, excepto que, conforme sigan las investigaciones descubramos otras formas de viajar en el tiempo, espacio y en éste o más universos (en caso de haber más de uno), conocer los orígenes para así poder sacarle el mayor provecho posible, utilizar al máximo la energía oscura para desplazarnos y generar energía infinita. Por el momento como todo mortal terrestre hay que vivir la vida y disfrutarla en todo momento y en cada instante.



Referencias:

Wikipedia enciclopedia libre energía oscura. recuperado el jueves 25 de noviembre del 2015, de:https://es.wikipedia.org/wiki/Energ%C3%ADa_oscura

Sergio de Régules. Las orejas de Saturno (Paidós, 2003). Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Revista ¿Cómo ves? recuperado el jueves 25 de noviembre del 2015, de:http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/58/el-lado-oscuro-del-universo


La NASA participa en la mission de la ESA para estudiar el lado oscuro del universo Markus BauerESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
Email: markus.bauer@esa.int
Tel: +31 71 565 6799Mob: +31 61 594 3 954
René LaureijsESA Euclid Project ScientistEmail: rene.laureijs@esa.int
Giuseppe RaccaESA Euclid Project ManagerEmail: giuseppe.racca@esa.int recuperado el jueves 25 de noviembre del 2015, de: http://m.esa.int/esl/ESA_in_your_country/Spain/La_NASA_participara_en_la_mision_de_la_ESA_para_estudiar_el_lado_oscuro_del_Universo


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